Primera Jornada (II)

• 16 Dic 2007
¡Hágase la luz!

Y Salama, el único, sin necesidad de leer las instrucciones que de forma minuciosa escribió Inma, empalmó cables y orientó la placa (milagrosamente sobrevivió al ajetreo del camión y al delicado trato de los argelinos con los equipajes) y la luz se hizo.

A la llamada de los caramelos acudió Halia, una carita toda ojos, con muelles en los pies. Las sonrisas permanentes de ella y de Daf se vinieron con nosotros. La inquietud de estos dos personajitos me impidió hacer la foto que yo perseguía.


Ni siquiera cuando la fiebre y el dolor de oídos le atacaban perdía la sonrisa.

En esta jornada y en las siguientes, el té, los mil que tomamos, nos hicieron olvidar el sueño y aplacaron el hambre.

Aunque, a decir verdad, nuestros anfitriones saben administrar muy bien sus escasos recursos y son buenos cocineros.


Rosa y Julia tardaron poco tiempo en mimetizarse y sacaron buenas notas en los primeros controles para el título de Hisparaui.


One Response

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *