La foto la hice ayer. Buscaba sombras, reflejos y siluetas, y esta me pareció inquietante. Bien podría ser la escena del principio o del final de una buena novela negra.
Hace unos años, el periodista placentino, Antonio Sánchez Ocaña (A.S.O.) documentaba, como él tan bien hacía, en un artículo las chimeneas industriales de Plasencia. De la de la fotografía decía lo siguiente: «En la margen izquierda del Jerte, junto a las naves de Lumarsa y ruinas del Colegio del Río, se mantiene otra elevada chimenea industrial. Se trata de la que construyeron, a finales de los 40 del XX, para el lavadero de lanas que unos empresarios catalanes montaron con el nombre de Industrias Laneras Españolas. La sociedad mantuvo su actividad durante unos años antes de que cerrara por pérdidas acumuladas.
Esta chimenea presenta en la base un notable deterioro con grandes grietas y movimiento del muro de ladrillo. De forma hexagonal en el arranque, se remata a cierta altura por una cornisa y prosigue su desarrollo ya en forma circular hasta la boca taponada por un nido de cigüeñas. Al igual que la anterior aún conserva el antiguo pararrayos«.
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